¿A quién no le gustan las fresas?
A mi me encantan, y sobre todo poder disfrutar de esta maravillosa fruta después del invierno, en el que estamos limitados a naranja, mandarina, manzana y plátanos.
Esa explosión de sabor, su dulzor y a la vez frescura.
Además es un avance de toda la fruta rica del verano ¿no os parece?
Y la combinación de fresas con nata, ya si que es el remate final. EXQUISITA.
Y si ademas le añadimos en las fotos estas mimosas que me he traído a casa...
Así que, no nos vamos a liar más, y vamos a por ella,
RECETA DE TARTA DE FRESAS CON NATA
INGREDIENTES:
1 yogurt griego
3 huevos M
1 medida del vaso del yogurt de aceite de girasol
3 medidas de harina
2 medidas de azúcar
1 sobre de levadura
ralladura de naranja
1/2 kilo de fresas
500ml. de nata + azúcar al gusto.
Lo primero de todo, ponemos en funcionamiento nuestro horno. A 170ºC, calor arriba y abajo sin ventilador.
Cascamos los huevos en un bol y batirlos, añadir el yogurt y el aceite de girasol.
Batir hasta conseguir una masa homogénea.
Añadir el harina (tamizada), la levadura, el azúcar y la ralladura de naranja.
Batimos hasta conseguir una mezcla homogénea.
Repartir la masa en dos moldes (yo he usado moldes de aluminio desechables), a los que les habremos puesto un fondo de papel de cocina, y los habremos untado de mantequilla.
Los metemos al horno a 170ºC durante unos 30-40 minutos.
Sacamos del horno y los dejamos enfriar, sacándolos del molde a los 5 minutos y poniéndolos en una rejilla.
Mientras podemos hacer un almíbar con agua y azúcar (se le puede añadir algún licor)
Montamos la nata con azúcar al gusto. Primero empezamos montando, y cuando ya empieza a estar montada, sin dejar de batir le vamos añadiendo el azúcar en forma de lluvia, nunca todo a la vez. Y la reservamos en la nevera.
Cuando estén fríos los bizcochos, los igualamos quitándoles con un cuchillo de sierra la parte de arriba. Si tienes una lira, fantástico.
Y con ayuda de un pincel de silicona, los pincelamos bien de almíbar, que empapen. Queremos unos bizcochos húmedos.
Ponemos el que va a ser la base, y le ponemos las fresas troceadas bien repartidas por encima.
Le repartimos nata por encima, abundante, para que quede una capa gordita de nata con fresas.
Y lo cubrimos con el otro bizcocho, teniendo cuidado de que la parte de abajo quede hacia arriba, La terminación es más lisita, y aunque lo vamos a cubrir siempre le da una mejor terminación.
Ahora la cubrimos bien de nata con la ayuda de una espátula.
Le podemos hacer algún dibujo utilizando un cuchillo de sierra, o si tenemos una paleta, o guia para hacer surcos...¡ Imaginación al poder!
y ya está.
Si lo haces el día anterior y lo guardas en la nevera, está aún más rico. Creo que es de las recetas que mejor aguantan el frío de la nevera, es más, le conviene.
¡Espero que os haya gustado y probéis a hacerla!
Ya me contareis.
Con esta receta participo en el reto mensual de Facilísimo, cuyo protagonista son las fresas.
Besos