Pues el sábado estaba yo dispuesta a realizar esta riquísima receta, cuando veo que no tengo colorante rojo (fundamental para esta receta), así que decidí darles otro color, y en honor a su ingrediente principal, el cacao, pensé que en vez de "Red", los míos serían "Brown".
Además encontré en el Super Mermelada de Cerezas, por lo que, también los rellenaría.
Para el frosting de queso, en vez de Queso Philadelphia, utilicé Mascarpone.
Total, que con tantos cambios, reconvertí la receta a "Brown Velvet con cerezas y mascarpone".
El resultado, riquísimos, super tiernos, jugosos, delicados. Y la mezcla de sabores del cacao, la vainilla, la cereza y el queso... ¡que os voy a contar! ¡Mejor, hacedlos y probadlos!
RECETA "BROWN VELVET CON CEREZAS Y MASCARPONE"
INGREDIENTES (Para 12 grandes y 12 minis)
55 gr. de mantequilla (no vale la margarina)
150 gr. de azúcar
1 huevo L
1 cucharada grande de cacao (Yo uso Valor)
1 cucharadita de extracto de vainilla
120 ml. de buttermilk
150 gr. de harina
1/2 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de vinagre blanco
FROSTING
125gr. de queso Mascarpone
30 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
150 gr. de azucar glacé
Precalentar el horno a 160ºC, e ir preparando los papelitos para cupcakes en el molde.
Tamizar la harina y el cacao y separar.
En la batidora, batimos el azúcar con la mantequilla. Cuando ya esté mezclado ir añadiendo el huevo y el extracto de vainilla, sin dejar de batir.
A continuación, añadimos la mitad de la harina y cacao, y el buttermilk. Seguimos mezclando y le agregamos el resto de la harina.
Por último, en un vasito mezclamos la cucharadita de vinagre con el bicarbonato, y burbujeando lo añadimos a la mezcla.
Batimos un poco más.
Repartir en los moldes y hornear unos 20 minutos aproximadamente para los grandes, y unos 10 minutos para los minis. Esto ya sabéis que es algo relativo. Cuando pinchemos con un palillo y veamos que sale limpio, estarán. No hay que pasarse porque se quedarían muy secos.
Los sacamos del horno y los dejamos enfriar 5 minutos en el molde.
Luego los sacamos a una rejilla.
Para hacer el frosting. Batimos la mantequilla con el azúcar glace en la batidora, bien mezclado hasta que se deshaga bien la mantequilla y se funda con el azúcar. Entonces añadimos el queso y seguimos batiendo hasta que blanquee y quede cremoso.
Para rellenar los cupcakes, yo utilizo un "descorazonador" de manzanas.
Hacemos un huequito en el centro, procurando no llegar al fondo, y reservando la tapita que hemos sacado (no os la comáis).
Rellenamos con la mermelada
y tapamos con el trocito que le habíamos quitado.
Ahora, los podemos decorar con el frosting, y listos para comer.
Están deliciosos, y se conservan perfectamente un par de días.
¡Probadlos y ya me contareis!
Por cierto, una forma casera de hacer el buttermilk, es coger leche y agregarle un chorrito de limón, esperais 5 minutos y ya teneis la leche cortada, que es básicamente lo mismo que el buttermilk.
Un beso